Norma Loto. Nueva York. Marzo. SEMlac
Uno de los puntos que declara de especial interés la Plataforma de Beijing se refiere a la Educación y capacitación de la mujer, para analizar aspectos de este objetivo la Misión Permanente de Argentina, ante Naciones Unidas a través de su Embajadora, María Cristina Perceval organizó una actividad que tuvo como finalidad enfocar sobre la educación e igualdad.
La representante argentina abrió la actividad refiriéndose a la importancia de las conversaciones e intercambios que se vienen realizando para la agenda Post Beijing +20 y subrayó que la “desigualdad y la discriminación siguen teniendo como principal víctimas a las mujeres”.
A la vez que enfatizó que “Argentina y otros países (no varios, sino “otros”, sic) han construido políticas públicas de educación basadas en el enfoque de educación como un derecho humano”. Sobre este punto marcó la diferencia entre el enfoque que tienen algunos países en los cuales la educación es un servicio o una caridad, o un acceso.
También se refirió sobre algunos puntos de tensión que tiene la sociedad respecto a las mujeres, entre esos conflictos se refirió a la percepción de que a las mujeres aún se las observan “a todas como iguales, nos definen monocromáticamente” y allí se origina una “tensión” porque la agenda de género quedará reducida “a la violencia (…) no podemos permitir que en la Agenda Post 2015 las mujeres queden reducidas en esta gravísima problemática. Se debe reconocer que si hay violencias es porque hay desigualdad”.
Frente a la “violencia nos ofrecen educación (…) pero, supuestamente, aunque lleguemos a estar muy bien educadas no nos garantiza que estemos en igualdad de condición que el varón (…) lo que se piensa es que si las mujeres somos víctimas, la educación nos hará libres. Eso, es demasiado peso para la educación!, remarcó Perceval.
Datos:
-El índice de paridad de género, que expresa la situación relativa de las mujeres respecto de los hombres en cuanto a la tasa neta de matrícula en educación primaria, alcanzó tanto en 2000 como en 2010 valores cercanos a uno, de igualdad perfecta.
– Las mujeres indígenas tienen tanto en zonas urbanas como rurales, menor porcentaje de finalización de la educación primaria, excepto en Uruguay en las zonas rurales. Las diferencias son más acentuadas respecto a lo étnico que al género.
– Hacia 2010, solo en cuatro países de la región persistían disparidades de género importantes en la escolarización en primaria, en contra de las mujeres en República Dominicana, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas, y en contra de los hombres en Bahamas.
– Continúan las inequidades geográficas y según los diferentes pueblos. En el Perú, por ejemplo, si bien la escolaridad general de niños y niñas indígenas es de poco más del 93%, en la región de la Selva disminuye a un 79%.
– Hay un incremento en el acceso a los establecimientos educativos para las niñas, adolescentes y jóvenes indígenas de 6 a 22 años. Sin embargo la asistencia escolar va disminuyendo cuando aumenta la edad.
Fuente OREAL/UNESCO en 2013- Informe Beijing+20/CEPAL