Nueva York, 17 de marzo. SEMlac/ SeMéxico.
Activistas reunidas este lunes en la ONU denunciaron que aunque se integran cada vez al mercado de trabajo, las mujeres tienen condiciones más precarias que los hombres, con menores salarios y a menudo explotadas.
En un acto organizado por la misión de México ante la ONU, activistas señalaron que indicadores sobre progresos en la igualdad de género asientan sólo un aumento en la participación de la mujer en el trabajo remunerado, aunque ignoran que éstas a menudo realizan faenas injustamente pagadas.
“Las mujeres constituyen la mayor parte de la fuerza laboral que trabaja por el salario mínimo en el mundo”, afirmó Kate Lappin, del foro Asia-Pacífico del organismo Mujeres, Leyes y Desarrollo (APWLD).
La activista expresó por ejemplo que buena parte del desarrollo económico de Asia ha estado basado fundamentalmente en el trabajo barato provisto por las mujeres, en ambientes sin sindicatos, en labores domésticas y en sectores informales.
Lippin indicó, por ejemplo, que una persona millonaria en el mundo gana más dinero en un segundo que una trabajadora de la industria textil de Bangladesh en todo un año.
El evento fue organizado en el marco de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que reúne del 9 al 20 de marzo a miles de activistas por la igualdad de género en el mundo en la sede de la ONU en Nueva York.
De acuerdo con el organismo ActionAid, la desigualdad en los ingresos en los mercados laborales de países considerados pobres cuesta a esas economías nueve billones de dólares cada año.
En ese sentido, Kasia Staszewska, asesora de políticas para la mujeres de ActionAid, aseguró que las mujeres en el mundo en desarrollo realizan el trabajo más brutalmente explotado: empleadas de la industria textil, vendedoras a la vera de las carreteras y empleadas domésticas.
“La comunidad internacional ha respondido al tema de la creciente desigualdad de ingreso entre géneros como si extendiera una mano de ayuda a las mujeres, en forma de micro-créditos y responsabilidad social corporativa”, opinó.
Staszewska subrayó que aunque estas medidas son positivas en muchos casos, no abordan en realidad “las causas estructurales de la explotación de las mujeres en el mercado de trabajo”.
Por su parte, Laura Turquet, co-autora del informe de ONU-Mujeres titulado “Progreso de las Mujeres en el Mundo”, opinó que “no basta con incluir a más mujeres en el mercado laboral, si los empleos son de mala calidad, difícil de combinar con labores no remuneradas, mal pagadas y peligrosas”.
De acuerdo con informes del organismo civil Oxfam, la explotación laboral de las mujeres en los hechos subsidia el crecimiento de la economía de muchos países, debido a que éstas realizan entre dos y cinco horas semanales más de empleo no remunerado que sus contrapartes masculinos.
Asimismo, incluso cuando las mujeres trabajan, esta condición no las exenta de las responsabilidades no remuneradas que tienen en el hogar, que incluso aumentan cuando gobiernos no proveen servicios básicos de salud o escuelas fácilmente accesibles.