Pilar del Castillo, eurodiputada por el PP (Partido Popular)
Por Esther Mira
En 20 años, Pilar del Castillo se ha permitido transitar desde el ala dura del comunismo hasta el conservadurismo del PP. Catedrática de Ciencia Política en la UNED , en 1996 Jose María Aznar la colocó al frente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Fue cuatro años más tarde cuando revolucionó el panorama educativo al sustituir a Mariano Rajoy al frente del Ministerio de Educación. Quien le iba decir unos años después de rechazar la cartera de Medio Ambiente alegando no estar suficientemente preparada que un día acabaría adquiriendo responsabilidades comunitarias en la primera comisión que la UE ha puesto en marcha sobre el cambio climático.
Sus actuales compromisos europeos también pasan por formar parte de la Delegación para las relaciones con China, así como de la Comisión de Industria, Investigación y Energía.
¿Para cuando el mercado común energético?
En principio, el mercado común energético debería haber comenzado a funcionar el 1 de julio de 2007, en otras palabras los consumidores europeos ya deberíamos poder elegir suministrador energético. Lamentablemente esto aún no es posible debido a que los Estados miembros no han aplicado la legislación comunitaria vigente. De hecho, el tercer paquete energético que acaba de comenzar a debatirse en el Parlamento europeo, responde a la intención de la Comisión europea de “meter prisa” a los Estados miembros para poder por fin completar el mercado común energético.
La UE importa la mitad de la energía que consume. En su opinión ¿qué ventajas representaría un mercado común de la energía?
El principal logro de un verdadero mercado común de la energía consistiría en facilitar un transporte y una distribución energética más eficiente entre los Estados europeos. En el caso de España, donde importamos en torno al 70% de la energía que consumimos, mayoritariamente de Estados no europeos, dicha ganancia en eficiencia supondría poder importar a mejor precio. Ahora bien, la dependencia energética a nivel europeo es otra cuestión no relacionada de manera causal con la consecución de un mercado común de la energía; dicha dependencia hay que afrontarla buscando fuentes energéticas alternativas apoyándonos principalmente en la investigación y en la innovación.
La comisión temporal sobre Cambio Climático en la que usted trabaja lleva algunos meses funcionando ¿en qué ha consistido el trabajo realizado durante este tiempo?
El primer logro que podemos destacar de la comisión temporal sobre Cambio Climático es su propia creación. Por fin la institución comunitaria con mayor legitimidad democrática tiene en su seno un foro de debate específico para el cambio climático de carácter transversal gracias a que en su seno se encuentran no solo diputados pertenecientes a la comisión de medioambiente, sino también a la de industria. En definitiva, en sus debates se pueden ver reflejados desde diferentes ópticas el reto que supone el cambio climático.
¿Están encontrando las complicidades necesarias dentro de las instituciones comunitarias (Parlamento, Consejo y Comisión) y de los parlamentos nacionales?
Si. Desde mi experiencia existe una buena relación entre las diferentes instituciones europeas entre sí y entre éstas y los diferentes parlamentos nacionales.
Guido Sacconi, el presidente de esta comisión temporal, afirmó que 2008 es un año políticamente decisivo para alcanzar un acuerdo global positivo contra el cambio climático de cara al proceso post 2012 cuando expire el Protocolo de Kioto ¿se puede ser optimista en este sentido?
Más que optimista creo que es necesario ser realista. El último informe de la Agencia Europea de Medioambiente afirma que, de aplicarse correctamente todas las provisiones de la legislación europea así como las medidas complementarias que los Estados miembros individuales han presentado a la Comisión , estaríamos a tiempo de conseguir los objetivos de Kioto. Y éste es el problema: que los Estados miembros (y España el que más) no cumplen con sus compromisos y nuestros socios extranjeros lo saben y no están dispuestos a seguir un ejemplo que, a fin de cuentas, no lo es. En definitiva, sí son años decisivos para alcanzar un acuerdo global, pero no hay que olvidar la situación en la que nos encontramos.
¿Cuál ha sido la aportación de la UE en la conferencia de la ONU contra el cambio climático celebrada el pasado diciembre en Bali?
El mandato de negociación de la UE para la Conferencia de Bali ha sido bastante claro: sumar el máximo número de países al sistema europeo de comercio/reducción de emisiones basado en el “cap & trade” ya que nuestro sistema, en papel, es idóneo pero únicamente si se aplicara a escala mundial. No hay que olvidar que las emisiones de la UE representan tan solo un 10% de las emisiones globales por lo que el impacto de nuestras políticas, aún aplicándose correctamente y alcanzando los objetivos marcados, no solo sería relativamente inocuo sino que además nos colocaría en una posición competitiva con respecto al resto del mundo bastante desfavorable.
¿Lograrán que el cambio climático sea una de las prioridades de la agenda política comunitaria e internacional, tal y como también reclamó la ONU en la reciente reunión del IPCC en Valencia?
Indudablemente, el debate sobre cambio climático ya se encuentra dentro de las prioridades de todas las agendas políticas y dado que las soluciones no serán a corto plazo, lamentablemente, la situación no va a cambiar de la noche a la mañana.
El pasado noviembre una delegación de la Comisión temporal contra el cambio climático en la que usted participa visitó China. Parece que se obtuvieron resultados positivos respecto al compromiso de este país para luchar contra el cambio climático ¿cierto?
Sí, creo que se pudo comprobar el cambio de actitud de China con respecto al cambio climático. La delegación pudo cerciorarse de la seriedad de su ambicioso plan energético. En definitiva, China parece haber puesto el debate sobre cambio climático en un lugar importante de su agenda política.
¿Cree que podremos ver algún gesto significativo de China este 2008?
¡Eso espero! No hay que olvidar que sin China un acuerdo global no tendría mucho sentido. Por lo menos, de momento, y con respecto al otro gran país necesario para ver resultados significativos a nivel mundial, la India , la actitud de China parece mucho más positiva.
Se acaban de cumplir 50 años de la construcción europea. A lo largo de este tiempo ¿cuales le parecen que son los hitos que han ido ayudando a conseguir una mayor equiparación hombre-mujer dentro de la Unión?
El hito principal es la incorporación real de la mujer al mercado laboral.
Hablemos de futuro ¿hacia dónde camina, de verdad, la Unión Europea ?, ¿Cuáles son los retos que, en su construcción, vislumbra usted, como más importantes?
Hablar del futuro no es nada fácil, ahora bien en su más de medio siglo de historia, y a pesar de ciertas crisis intermitentes, el proyecto europeo no ha dado un solo paso atrás y no creo que vaya a comenzar ahora. El recién firmado tratado de Lisboa es prueba de ello, si bien los retos a los que ha de enfrentarse la construcción europea son todavía muchos y variados. Sin embargo, a mí me gustaría destacar uno: continuar trabajando hacia unas cuotas de integración económica y de determinados aspectos sociales.